Si hay algún marisco que le encanta a Asia, son las almejas le encantan en fideuá , acompañando a algún pescadito, en salsa verde de todas las maneras que las ha probado le han gustado, como sabéis los que me seguís por las diferentes redes sociales recientemente ha estado de cumpleaños, y para que complicarse la vida si sabes que lo que más le gusta es muy sencillo y le va a encantar, pues dicho y hecho pasando por la pescadería vimos estas almejitas de cultivo a buen precio, que no está la cosa para muchos dispendios y acompañadas por un buen  molete de pan de carral mi mujercita se chupó los dedos.

INGREDIENTES


  • 1 KG  de almejas (la variedad dependerá de vuestro bolsillo o mercado)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolleta
  • Cayena al gusto
  • AOVE
  • perejil picadito
  • 1 copita de vino blanco gallego
  • 2 cucharadas soperas de harina
ELABORACIÓN

Parece que cada receta que os traigo es más fácil que la anterior, estas almejas no dejan de ser una versión de las almejas en salsa verde o marinera, y como no se bien en donde encuadrarlas son las almejas en salsas de #Josiñocasiña. Lo primero que tenemos que hacer es poner las almejas a "beber" esto es sumergirlas durante media hora en agua con abundante sal para que vayan "depurando" al arenita que pudiesen tener y que tan molesta es de encontrar tanto en el bicho como en la salsa.

Mientras beben las almejas vamos picando finito el ajo y la cebolleta, primero añadimos una cantidad generosa de AOVE en nuestra olla para dorar primero el ajito y luego pochar la cebolla con un poco de sal y pimienta negra para ayudarla a sudar, en este momento podemos añadir también la guindilla que queramos dependiendo de nuestro gusto por el picante


Una vez que tenemos la cebolla en el punto que queremos de pochado añadimos la harina y removemos para que  no se nos hagan grumos en la salsa, con esto nunca salen, os puede parecer que quedan pero si lo hacemos bien, lo mas seguro es que sean los trocitos de cebolla, una vez que removemos la harina y tenemos la especie de roux hecho añadimos un poco de agua caliente y las almejas, hay gente que abre las almejas aparte y luego las incorpora junto con su jugo, es una opción yo las abro en la misma salsa, para mi gusto queda más sabrosa así. 
Sólo dos cosillas a la hora de quitar las almejas de su agua, no las volquéis ya que de este modo las impurezas que hayan soltado pueden volver al interior de la almeja, ir quitándolas con las manos (que no muerden ;) ) y para evitar incorporar alguna almeja que guarde arena en su interior, utilizar un truquillo que me dió mi madre, golpear las almejas por el lado en que se abren sobre un platillo, y si sueltan mucha arena las apartamos y abrimos aparte para ver si se puede utilizar o no, pero ya nos hemos evitado que nos chafe el plato, usarlo para todos los platos en los que uséis almejas o berberechos es sencillo y muy útil.

Una vez que tenemos las almejas le añadimos una copita de nuestro vino, en esta ocasión el que me atrevo a recomendar, Mara de uva godello, el agua que añadamos dependerá de la textura que queramos darle a la salsa, esperamos que abran las almejas (que aportan agua) les damos un último hervor (en mi casa algo más ya que a mi mujer le gustan más hechas) y espolvoreamos con MUCHO MUCHO perejil picado  y listo ya tenemos un rico plato de almejas.

Llevamos a la mesa en la propia olla o en una fuente que nos guste y a disfrutar, acompañándolas de un rico blanco gallego, yo en mi humilde opinión os aconsejo en esta ocasión una denominación quizá poco conocida para muchos de vosotros D.O. Monterrei en Ourense, y de uva godello, este año ha sido premiado como mejor blanco gallego se trata del  MARA , yo no soy ningún experto en cata ni en deciros sus muchas connotaciones apenas paso de esta rico y que me gusta con este plato, es algo más fuerte de sabor que el albariño pero muy rico y con un diseño muy atractivo, un vino de los llamados jóvenes y que debemos ir probando, no quedarnos siempre con los mismos, con él no os arrepentiréis, tenemos más vinos que el albariño en Galicia ;)

Espero que os haya gustado, BO PROVEITO!! SMACZNEGO!!

ALMEJAS EN SALSA en #josiñocasiña y Godello Mara

Pocas tapitas me gustan más que un tigretón rabioso, con su picantito y ese marisco pobre que es el mejillón sin duda el más asequible y que más propiedades tiene, podéis ver todas sus propiedades y más información sobre él en muchas webs, pero yo hoy os recomiendo ésta mexillón de Galicia que cuida de uno de nuestros mejores productos amparado ya bajo una D.O. Son muchas las versiones con este marisco, simplemente cocido, empanadas, en sopas etc... rápido de hacer y agradecido. Os enseño ahora una de las favoritas en mi casa y que le encantan a mi mujer, y aprovechando que hoy es su cumpleaños, pues dedicada a ella que tanto me ánimo también a hacer este blog y aprovechando que para la ocasión he tenido la oportunidad de ir a comprar los mejillones en una planta de empaquetado, que los saca directamente de las bateas, aquí cerca de Coruña en el puerto de Lorbé famoso por sus mejillones, y que se pueden degustar en varios de los restaurantes de la zona aunque alguno le hace un flaco favor al producto, pero eso será otro post. Vamos a lo nuestro:

TIGRES RABIOSOS 

Ingredientes (6personas)


  • 2.5K de mejillón gallego
  • Tomate triturado o natural rallado si es de confianza, con buen sabor
  • cayena al gusto
  • 2 cucharadas o 1 de pulpa de pimiento choricero
  • pimiento verde
  • pimiento rojo
  • pimiento amarillo
  • cebolleta
  • ajo
  • AOVE
  • chorrito de vino blanco gallego (ribeiro, albariño, godello) el que vayáis a tomar en la comida no seais cutres con el vino para cocinar
Elaboración

El plato ya veréis es de lo más sencillo, como casi toda mi cocina, empezaremos por elaborar la salsa que es lo que más tiempo nos va a llevar, en una sartén honda ponemos a dorar uno o dos dientes de ajo, (como muchos de los ingredientes al gusto) y la cayena cuando estén doraditos añadimos la cebolleta, salpimentamos para ayudar a que sude y dejamos que se vaya pochando mientras cortamos bien finitos nuestros pimientos tricolori, yo del que menos le pongo es del verde. Cuando la cebolleta este bien pochadita le añadimos los pimientos, cuando vayan  cogiendo tono añadimos el tomate y la pulpa del  pimiento choricero, a mi me encanta el punto que le da y sobre todo el colorcito rojo rico que queda, ayuda mucho en la salsa de tomate y el la vistosidad final del mismo. La salsa podéis elaborarla a parte y añadirla a los pimientos o bien que todo se vaya cocinando conjuntamente, yo soy de esta última opción ya que no suelo usar mucho la salsa de tomate en casa pocas veces la tengo ya hecha.

Al tiempo que se está haciendo la salsita vamos poniendo los mejillones q previamente habremos limpiado y quitado las barbas, limpiamos un poco las conchas para evitar "pelillos" molestos, con un estropajo de metal salen muy bien, y les arrancamos las barbas, en este momento es cuando matamos al mejillón, con la ayuda de una puntilla o incluso con los dedos, las barbas como ya sabréis son  los pelillos que tienen en el lateral de  las conchas con un tironcillo listo, así son mucho más fáciles de comer. Una vez limpios los ponemos en una pota con un chorrito de agua y con un vasito de vino blanco (a elegir) tapamos y esperamos que se vayan abriendo, cuestión de minutos, los sacamos y colamos el agua que han soltado con la ayuda de una estameña o un colador de café también nos vale. Esta agua la reservamos. Una vez retirados los dejamos en una sola concha y los reservamos.

Cuando la salsa la tenemos a punto en total 25 minutillos o media hora aprox. tenemos varias opciones, triturarla o dejarla así a mi personalmente me gusta más así y es como los comemos en casa, es agradable encontrarse los colores y los trocitos de los pimientos que para eso nos hemos esmerado en cortarlos pequeñitos y tener tres colorines. Si vemos que la salsa es muy espesa, añadimos un poquito del agua de los mejillones, esto aportará todavía más sabor al plato.
Aquí tenemos otra opción, podemos darles un toque a los mejillones en la salsa o bien disponerlos en una fuente y salsear, cualquier opción es válida si bien para la primera hay que tener una olla en condiciones o bien hacer poca cantidad,eso lo dejo a vuestra elección, de cualquier modo quedan muy ricos.




Espero que os haya gustado y la disfrutéis tanto como nosotros en casa BO PROVEITO!! SMACZNEGO!!

TIGRES RABIOSOS (a nuestro estilo)

En este homenaje a la empanadilla y dado el bipartitito de este blog, no podía faltar tampoco un guiño a la cocina polaca, tan presente en casa y más cuando nos vamos acercando el invierno, y sus platos cotundentes en sabor y aromas penetran en casa. En este caso vamos a versionar de forma empanadilla un clásico de la cocina polaca, que es el chucrut o col agria con setas.  Este plato se usa mucho y de diversas formas en la cocina polaca, como plato único, de guarnición de pescado, está presente en la "vigilia" o cena de Nochebuena, se hace en "pierogi"  prometo iros contando todas estas cosas poco a poco y entrada a entrada :)  En Polonia no se si debido al clima o la costumbres se trabaja mucho con setas secas con un aroma y sabor prenetantes y potentes, y raro es también la casa que no fabrica sus propias conservas de kapusta (asi se llama el repollo en polaco) dándole asi su toque de ácidez particular y controlando mejor hasta que grado la dejan fermentar, a mi me llamó mucho la atención la cultura de hacer consevas caseras que tienen hoy en día tanto en el campo como en las ciudades, ya os iré contando también todas estas cositas para que vayamos conociendo mejor un país con mucha historia.

INGREDIENTES


  • 1 BOTE DE CHUCRUT ( os recomiendo Rolnik es una marca polaca y no es muy ácida, mis polacos es la que prefieren también. la podemos encontrar en Alcampo)
  • SETAS SECAS yo he usado polacas, pero os valen cualquiera q tengan un aroma y sabor potentes
  • MANTEQUILLA
  • AOVE
  • OBLEAS PARA EMPANADILLAS
  • 1 HUEVO BATIDO (opcional)
PREPARACIÓN

Pasamos por agua el chucrut y lo ponemos a cocer, con agua que lo cubra nada más para que vaya soltando  la ácidez de la conserva, a los 10 minutos de cocción le cambiamos el agua y lo dejamos cocer unos 15 minutos más no importa tampoco que nos ciñamos a los tiempos los vais probando y en el punto que os guste lo dejamos.

A su vez ponemos a hidratar las setas, que habremos lavado previamente, una vez hidratadas, las ponemos a cocer en su propia agua para conservar la potencia de su sabor..

Una vez tenemos todo cocido, picamos las setas y le pegamos unos cortes al repollo para evitar que nos queden hebras muy grandes e incómodas enrle untuosidad y jugosidad a nuestro rico relleno.

Acabamos con un golpe de sartén con AOVE y mantequilla (muy poco un chorrito y otra nuez) y reservamos.
 Sobre una bandeja de horno con papel de hornear disponemos las obleas de las empanadillas y las rellenamos, vamos cerrandolas como más nos guste y pinceñamos con huevo batido, a mi me gusta por el doradito que cogen. Las horneamos a 180ºC hasta que estén doraditas.

Nuevamente espero que os guste estas empanadillas fusión polski, y en no mucho tiempo os daremos la receta tradicional polaca ;) hasta entonces:


BO PROVEITO, SMACZNEGO!!!


Gracias nuevamente a @pasardelaire por el diveritdo logo

EMPANADILLA POLSKI #díadelaempanadilla


Ya tenemos otro evento de los amantes de la gastronomía tuiteros, el día de la empanadilla, en esta ocasión que será la segunda vez que participe en un día de.. he decido arriesgarme un poco más y jugar con combinaciones desconocidas en casa pero que han tenido buena acogida la verdad. Hemos ido un poco más allá de la tradicional empanadilla y aún conservando su formato típico veréis que el relleno no es de los más habituales pero es una explosión de sabor en boca, como sabréis soy gallego y coruñés por lo que por suerte todos los días veo el hermoso Océano Atlántico y en esos días tristes y melancólicos a los que según dicen tanto somos dados los gallegos, acercarse a una orilla donde "a nosa mar" rompa y nos hable al oído es una de las cosas que más me pueden relajar, y estas empanadillas son un homenaje a esa mar.

INGREDIENTES


  • Obleas para empanadillas (1 paquetito que da para unas 12)
  • Lata buena de zamburiñas en salsa de vieira
  • Unos mejillones al vapor (mejor naturales aunque pueden valer en conserva)
  • Sobre de algas Wakame (cualquier otra variedad puede servir) yo uso las de PORTOMUIÑOS, con el tamaño pequeño es suficiente
  • Ajo
  • AOVE (aceite de oliva virgen extra)
  • opcionalmente unas guindillitas
  • opcional también un huevo batido
  • vinito blanco gallego (yo he usado un Reboreda un buen ribeiro en este caso) 

PREPARACIÓN

Antes de nada aclararos que los ingredientes dependerán del número de empanadillas que querais hacer, la verdad que ha sobrado relleno, ya que , si no lo habéis probado os asombrarán como aumentan las algas al hidratarlas, para ello seguiremos las instrucciones del envase, tardan unos 40 minutos, con lo cual empezaremos por este paso el de poner a hidratar las algas. A continuación si hemos optado por mejillones naturales (recomendable) les limpiamos las barbas y los ponemos en una cazuela con un poco de agua y una copita de vino, los tapamos y vamos retirando según se vayan abriendo los vamos retirando para reservarlos. Aprovechamos el agua de la cocción tras colarla por una estameña o un paño bien limpio.

En una sartén añadimos una cucharada de AOVE con un diente de ajo picado muy fino, o bien usamos un prensaajos, iremos añadiendo primero las zamburiñas con toda su salsa, previamente las habríamos picado de manera irregular, lo mismo hacemos con los mejillones y los añadimos, por último incorporamos las algas hidratas y escurridas. Tan sólo necesitamos que se calientes los ingredientes y vayan homogeinizando sus sabores. Una vez apaguemos la sartén los ponemos a escurrir en un colador con un cazo por abajo.

Con el relleno bien escurrido, disponemos en una fuente de horno con papel de hornear las obleas de las empanadillas y vamos rellenando y cerrando dándole la forma que más nos guste, en esta ocasión he optado por la más tradicional y un pequeño paquetito. En este punto elegerimos si darle con un pincel el huevo batido o no, yo personalmente siempre las pincelo ya que conseguiremos un dorado mucho más bonito, el tiempo varía según el horno pero tan sólo nos fijaremos en que adquieran ese dorado, o bien seguir las instrucciones del fabricante de las obleas.

Si queremos acompañarlas con una salsita podemos aprovechar el jugo que suelta el relleno al escurrir y ponerlo a reducir, con un poco del caldo de los mejillones, el sabor a mar es impresionante y si no lo guardamos para acompañar cualquier otro plato de pescado o marisco.


Espero que os haya gustado mi homenaje a este mar que tanto quiero y mi contribución a #díadelaempanadilla , aquí os dejo el logo de este evento que una vez más gentilmente nos ha obsequiado @pasardelaire

BO PROVEITO!! SMACZNEGO!!

EMPANADILLA ATLÁNTICA #díadelaempanadilla